La terapia ayuda a la gente a poner en orden sus sentimientos.
Todas las personas, ya sea que tengan una afección psicológica o no, pueden aprovechar la oportunidad de mejorar sus relaciones interpersonales, potenciar sus habilidades sociales, aprender a afrontar situaciones difíciles y mejorar sus interacciones con el medio que les rodea al ir a terapia.
Durante las sesiones de terapia psicológica se crea un entorno de confianza que es muy beneficioso para el desarrollo personal y la inteligencia emocional del individuo.
Nuestras creencias son interpretaciones adquiridas de la realidad, no hechos comprobados, y a través de ellas damos significado y coherencia a nuestro mundo. Algunas creencias son desadaptativas o limitantes, y tienen el poder de sacar lo peor de nosotros o limitar nuestro potencial.
La psicoterapia puede abrirnos la puerta a nuevos puntos de vista y darnos las herramientas para identificar, analizar, poner a prueba y modificar todas estas creencias limitantes.